domingo, 25 de agosto de 2013

Proteínas en la dieta.


Forman parte de la estructura básica de los tejidos (músculos, tendones, piel, uñas, etc.) y desempeñan funciones metabólicas y reguladoras (asimilación de nutrientes, transporte de oxígeno y de grasas en la sangre, inactivación de materiales tóxicos o peligrosos, etc.). También son los elementos que definen la identidad de cada ser vivo.
Las proteínas son los materiales que desempeñan un mayor número de funciones en las células de todos los seres vivos.




Cada especie animal o vegetal está formada por su propio tipo de proteínas.  
Para poder asimilar las proteínas de la dieta previamente deben ser fraccionadas, en la digestión, en aminoácidos. Esta descomposición se realiza, en el estómago e intestino, bajo la acción de los jugos gástricos y los enzimas. Los aminoácidos obtenidos pasan a la sangre, y se distribuyen por los tejidos; en el interior de las células se combinan de nuevo formando las diferentes proteínas específicas de nuestra especie.
Las proteínas del cuerpo están en un continuo proceso de renovación. Por un lado, se degradan hasta sus aminoácidos constituyentes y, por otro, se utilizan estos aminoácidos junto con los obtenidos de la dieta, para formar nuevas proteínas en base a las necesidades del momento. A este mecanismo se le llama recambio proteico.


Los 20 alfa aminoácidos y su porcentaje de participación en la proteína humana
Alanina,                                 9%
Glicina,                 7,9%
Prolina,               4,6%
Arginina,                              4,7%
Histidina,              2,1%
Serina,                   7,1%
Asparagina,                         4,4%
Isoleucina,            4,6%
Treonina,              6%
Ácido aspártico,               5,5%
Leucina,                7,5%
Triptófano,           1,1%
Cisteína,                                2,8%
Lisina,                    7%
Tirosina                 3,5%
Ácido glutámico,               6,20%
Metionina,            1,7%
Valina.                   6,9%
Glutamina,                            3,9%
Fenilalanina,         3,5%
                               100




La mayoría de las plantas y microorganismos son capaces de utilizar compuestos inorgánicos para obtener todos los aminoácidos, pero los animales necesitan conseguir 8 de los 20 aminoácidos a través de su dieta, ya que no saben fabricarlos.

Aminoácidos esenciales: Porcentaje de participación en la proteína humana
Lisina,                    7%
Triptófano,           1,1%
Valina,                   6,9%
Leucina,                7,5%
Isoleucina,            4,6%
Fenilalanina,         3,5%
Treonina,              6%
Metionina             1,7%

Además de los anteriores, los dos siguientes, son esenciales en los niños: Histidina, 2,1%  y Arginina 4,7%

Cuando se ingieren proteínas de más, frecuente en países con dietas ricas en carne, la proteína excedente se desaminaría en el hígado descomponiéndose  en compuestos productores de energía, glucógeno o en grasa, lo cual es un derroche. 
La proteína tiene 4 calorías por gramo, igual que los hidratos de carbono.

Son necesarios muchos kilos de granos, (soja, cebada, maíz, etc.), para conseguir un kilo de carne, esta es una conversión que el planeta no se puede permitir.   Si se dedicara el grano que se emplea en alimentar a grandes cantidades de animales para el matadero, en alimentos para el consumo directo, se podrían alimentar a un número mucho mayor se seres humanos.

Consumiéndose cereal y legumbre, en la misma comida o en horas próximas, se consigue una proteína de alto valor biológico con todos los aminoácidos en la proporción adecuada, por ejemplo arroz y guisantes.   Se aconseja mezclar 2 partes de cereal y una de leguminosa. Con menos cantidad de proteínas, pero también válidas, si consumimos patatas con col, brécol, coliflor, o espinacas.
Todos los alimentos vegetales contienen proteínas. Los frutos secos oleaginosos, (almendras, nueces…) contienen altos porcentajes de proteínas, también las legumbres y especialmente la soja.

Se calcula que un adulto normal debe de consumir entre 0,54 a 0,80 gramos de proteínas por kilo de peso y día.
La falta de proteínas produce debilidad, pérdida de grasa y músculo, y el exceso acidificación de los tejidos, descalcificación, artritis, etc.

Exceso de consumo de proteínas.  Como el organismo es incapaz de almacenar las proteínas, el exceso de proteínas es digerido y convertido en azúcares o ácidos grasos.
El hígado retira el nitrógeno de los aminoácidos, una manera de que éstos pueden ser consumidos como combustible, y el nitrógeno es incorporado en la urea.

La combustión de los aminoácidos tiene un grave inconveniente: la eliminación del amoniaco, las aminas y el ácido úrico que se liberan en estas reacciones químicas.

El exceso en el consumo de proteínas también puede causar la pérdida de calcio corporal, lo cual puede conducir a pérdida de masa ósea a largo plazo. 

Debemos evitar comer más proteínas de las estrictamente necesarias para cubrir nuestras necesidades.

Puesto que sólo asimilamos aminoácidos y no proteínas completas, el organismo no puede distinguir si estos aminoácidos provienen de proteínas de origen animal o vegetal. Las proteínas las fabrican los vegetales. Si los animales tienen proteínas es por que las han obtenido comiéndose al vegetal.
Al tomar proteínas animales a partir de carnes, aves o pescados ingerimos también todos los desechos del metabolismo celular presentes en esos tejidos (amoniaco, ácido úrico, etc.), que el animal no pudo eliminar antes de ser sacrificado. Estos compuestos actúan como tóxicos en nuestro organismo.

Es el factor más determinante en el cáncer y otras enfermedades degenerativas: la proteína animal es la mayor favorecedora de cáncer y otras enfermedades degenerativas.

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